Cuando una persona fallece, sus deudas no pasan a sus herederos. En cambio, la herencia recibida por un heredero puede verse reducida por las deudas del causante. Esto significa que los acreedores aún pueden perseguir los bienes del fallecido para recuperar lo que se les debe. La forma en que se le reembolsa al acreedor después del fallecimiento del deudor varía según el tipo de quiebra.
Capítulo 7 de Bancarrota
Si el difunto se encuentra en una bancarrota del Capítulo 7, el caso continúa hasta que se paguen las deudas. En una bancarrota del Capítulo 7, el administrador tiene control sobre los activos del deudor. En la práctica, el trabajo realizado que requiere la presencia física del deudor ocurre en las etapas iniciales de la quiebra. Dado que el fiduciario ya tiene control sobre los activos, continuará pagando las deudas y emitirá una descarga una vez que hayan sido liquidadas. Esto, a su vez, afectará la cantidad de herencia que recibirá el heredero del difunto mediante el pago de deudas. El causante no podrá recibir la herencia hasta que las deudas hayan sido saldadas.
Capítulo 13 de Bancarrota
Si el difunto se encuentra en una bancarrota del Capítulo 13, las cosas se complican un poco más. En una bancarrota del Capítulo 13, el deudor paga sus deudas con el tiempo a través de un plan de pago. Esto puede durar de 3 a 5 años. Si el deudor ha pagado su plan por completo y muere antes de la liberación, el administrador presentará una demanda ante el tribunal para que se desestime el caso. Si quedan pagos pendientes por realizar, entonces el administrador del patrimonio tiene algunas opciones diferentes sobre cómo hacerse cargo de la quiebra. Estas opciones son las siguientes:
En primer lugar, el administrador puede solicitar el sobreseimiento del caso. Esto significa que el patrimonio ahora es responsable de las deudas. Si el patrimonio no tiene suficientes activos para cubrir esas deudas, es probable que no queden activos para heredar a los herederos.
En segundo lugar, el administrador puede solicitar una condonación por dificultades económicas. Esto cancela todas las deudas y evita que los acreedores intenten obtener su parte del patrimonio del deudor fallecido.
En tercer lugar, el administrador del patrimonio puede solicitar que la bancarrota del Capítulo 13 se convierta en una bancarrota del Capítulo 7. El beneficio de la conversión es que cancela todas las deudas y evita que los acreedores intenten obtener su parte del patrimonio del deudor fallecido. La desventaja, sin embargo, es que puede resultar muy difícil realizar una conversión.
Finalmente, el administrador tiene la opción de seguir realizando pagos en el caso del capítulo 13 en nombre del deudor fallecido. El administrador necesitará la aprobación del tribunal demostrando que esta ruta es lo mejor para las partes.